El mono caí es el más conocido de los monos que habitan en la Argentina y en toda Sudamérica; es además el más utilizado como mascota, a pesar de las reglamentaciones que lo prohiben.
El caí es una de las especies de primates neotropicales con más amplia distribución, ya que habita en Sudamérica en los bosques de Colombia, Venezuela y las Guayanas, es un morador común de las zonas selváticas de Ecuador, Perú, Brasil y Bolivia y de los montes paraguayos, y llega en su expansión meridional hasta el norte de la Argentina (selvas de Jujuy, Salta y Misiones) y el sudeste de Brasil (hasta Río Grande do Sul). A través, de tan amplio territorio no es extraño que esta especie se diferencie en por lo menos once subespecies, de las cuales con seguridad llegan solo dos a nuestro país: una se encuentra en la selva misionera - Cebus apella vellerosus- y la otra en la selva de montaña de Jujuy y Salta - Cebus apella paraguayanus-
Como todos los primates sudamericanos, el mono caí está íntimamente ligado a los ambientes boscosos o selváticos y su distribución geográfica coincide con la de las selvas tropicales y subtropicales. En la provincia de Misiones, el caí habita la densa y lluviosa selva paranaense, caracterizadas por la gran variedad de especies de árboles de gran porte (laurel, guatambú, palo rosa, araucaria, lapacho) que crecen en notable cantidad (más de cien ejemplares por hectárea y a veces hasta trescientos) junto con una espesa maraña de lianas y epífitas, (musgos, líquenes, bromeliáceas, orquídeas y otras plantas).
Actividad
El caí es un animal de hábitos diurnos; es activo, inquieto, curioso y muy hábil manualmente. Posee una gran capacidad para explotar y manipular eficientemente los recursos del hábitat. Gran parte de las horas diurnas en que se mantienen en actividad son ocupadas por los caíes en la búsqueda de su alimento.
El caí es una de las especies de primates neotropicales con más amplia distribución, ya que habita en Sudamérica en los bosques de Colombia, Venezuela y las Guayanas, es un morador común de las zonas selváticas de Ecuador, Perú, Brasil y Bolivia y de los montes paraguayos, y llega en su expansión meridional hasta el norte de la Argentina (selvas de Jujuy, Salta y Misiones) y el sudeste de Brasil (hasta Río Grande do Sul). A través, de tan amplio territorio no es extraño que esta especie se diferencie en por lo menos once subespecies, de las cuales con seguridad llegan solo dos a nuestro país: una se encuentra en la selva misionera - Cebus apella vellerosus- y la otra en la selva de montaña de Jujuy y Salta - Cebus apella paraguayanus-
Como todos los primates sudamericanos, el mono caí está íntimamente ligado a los ambientes boscosos o selváticos y su distribución geográfica coincide con la de las selvas tropicales y subtropicales. En la provincia de Misiones, el caí habita la densa y lluviosa selva paranaense, caracterizadas por la gran variedad de especies de árboles de gran porte (laurel, guatambú, palo rosa, araucaria, lapacho) que crecen en notable cantidad (más de cien ejemplares por hectárea y a veces hasta trescientos) junto con una espesa maraña de lianas y epífitas, (musgos, líquenes, bromeliáceas, orquídeas y otras plantas).
Actividad
El caí es un animal de hábitos diurnos; es activo, inquieto, curioso y muy hábil manualmente. Posee una gran capacidad para explotar y manipular eficientemente los recursos del hábitat. Gran parte de las horas diurnas en que se mantienen en actividad son ocupadas por los caíes en la búsqueda de su alimento.